No hay día más especial para una mujer como el día que vé la cara de sus hijos por primera vez, tan pequeños, tan inocentes, tan indefensos…y el instinto protector se agudiza, queremos hacer de todo para que sean felices, para que no sufran!

Mis dos hijos nacieron en Israel y en su destino estaba ya establecido que a los 18 años se irían de casa para prestar su servicio militar obligatorio, en mi cabeza yo pensaba, todos los israelís, menos los míos, yo los voy a salvar! Ellos no tienen por que sufrir, “desperdiciar” años de formación valiosos, para que les sirve ser soldados, y bueno, muchas otros argumentos que en mi corazón eran completamente válidos.

En el 2002 se nos presentó nuestra grande oportunidad de “salvarlos”, nos fuimos en lo que pensábamos que era definitivamente para Brasil. 

Solo que la vida a veces nos sorprende y en el 2010 nos vimos de vuelta en Israel. Tuve que hacer un trabajo espiritual y de aceptación profundo para conseguir liberarme de mis miedos.

El tiempo pasó, se enlistó Gal en el 2017 y Kinneret en el 2019. Hoy 25/07/22 estoy terminando oficialmente mi trabajo como mamá de soldados. A partir de hoy soy mamá de ex-soldados. Con mucho orgullo, sobreviví mis ansiedades y hoy puedo decir que estos años fueron importantísimos para la formación de mis jóvenes adultos. Pasaron momentos difíciles y los superaron. Se encontraron solos en muchas situaciones y tuvieron que tomar decisiones estratégicas como adultos con madurez de adolescentes. Y estas son mis conclusiones después de estos 5 años.

  1. Mis hijos no son míos, solamente vinieron a través de mí a la vida, ya Khalil Gibran lo había dicho, pero no es tan fácil aceptarlo. Ellos no dependen para nada de mí, ni yo de ellos.
  2. Sufrir es importante. Todo sufrimiento es una oportunidad de crecimiento. El dolor de ver los hijos enfrentar situaciones en la que nosotros no podemos hacer NADA como padres es increíblemente frustrante. No hay dolor en la zona de comfort, crecer viene con dolor.
  3. La capacidad de pensamiento estratégico de un israeli que ha pasado por un entrenamiento militar tan estricto es simplemente…alucinante. La calidad de decisiones que tienen que tomar y de las cuales dependen otros soldados les proporciona una seguridad en sí mismos que yo nunca tuve a los 21 años. Ni a los 56. 
  4. Respeto a las instituciones, a la bandera, a la democracia es parte integral de la ética del soldado. El patriotismo de los israelís pasa cualquier prueba de fuego. La Patria primero.
  5. Cuando los chicos de 21 años de un pais occidental industrializado están terminando la universidad, rumbiando, viajando, trabajando, planeando un máster, etc, un chico de 21 años israeli está totalmente comenzando en comparación. Sin prisa, entienden que la vida está en el disfrutar de cada momento de paz, después de casi 3 años de estres, esto es lo que ellos menos quieren. No entrar en el rat race, simplemente visionarios!

 Estoy muy curiosa por seguir acompañando las aventuras, gracias IDF por haber proporcionado tantas oportunidades de crecimiento!

Bebita Familia, Israel ,

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *